A sus 92 años, Antonio recuerda como era su vida en El Cabezo, pequeña pedanía del norte de Cehegín, cuando era joven. Recuerda como se levantaban bien temprano para trabajar en la huerta y como luego su madre o sus hemanas le llevaban el desayuno y el almuerzo. En la huerta sembraban pimiento, cáñamo, trigo, y hortalizas, entre otras cosas.
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