Relata cómo fue su formación artística, la cual creyó haber cancelado cuando le dijeron que se iba a morir de hambre. Entonces, le surgió la idea de estudiar diplomacia por medio de una beca legislativa. Terminó su grado, pero regreso a Puerto Rico, porque declinó la posibilidad de servir en el cuerpo diplomático de los Estados Unidos. Resurge su afición por dibujar y mientras estudiaba en Georgetown realizaba retratos de las novias de sus amigos, entre éstos Rubén Berrios. Luego se fue a estudiar pintura gracias a las recomendaciones de Félix Aguayo, sobrino de Don Luis Ferré. Fueron a visitar a Ferré y éste le otorgó una beca para estudiar en España.
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