Lafontaine recuerda el intento que hubo de quemar las instalaciones del correo postal que quedaban justo al lado de la central telefónica. Hubo muchos tiros durante el día y la noche. Lafontaine menciona la lluvia de tiros sobre el techo de zinc de su casa. Su padre, tratando de proteger a su familia, los escondió debajo de la cama. Los nacionalistas se rindieron en la madrugada del 31 de octubre de 1950. Heriberto Castro, líder nacionalista, ya había muerto. El Sr. William Lafontaine hace alución a la casa de Damián Torres, donde los nacionalistas se alojaban porque desde allí podían observar todo el pueblo.
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